
Hace un año, había renunciado a TVU y estaba trabajando en Crecic, dando clases y participando en los juegos que organizaron para la ocasión. No hubo asado en mi casa porque mis dos hermanos salieron los días anteriores y volvieron intoxicados, por lo que mis padres decidieron solidarizar con ellos y comimos un sobrio arroz con carne cocida. Pero, como compensación, pude ir a comer asado con unos amigos de Christian, con quienes fuimos hasta El Encanto a disfrutar de un exquisito asado campestre. Y, como broche de oro, fuimos con Christian, la Caro y Martel a elevar volantines a Lenga y comer empanadas de queso.
Este año, el panorama se ve bastante distinto.
Para los tres días que vienen, el espectáculo es bastante desalentador. Tengo que trabajar, porque el municipio ha organizado un sin fin de actividades y “alguien” (es decir yo) tiene que fotografiar y grabar al rey de las fondas (es decir el Alcalde).
Sin embargo, los recuerdos dieciocheros que llevo hasta ahora, son invaluables y hacen aguantable cualquier esfuerzo que haya que hacer gratis en la pega durante los días libres.
El viernes en la tarde, durante el asado municipal, me gané el cargo de “Reina de los Guachacas”, todo por instalarme en la mesa de los rezagados, bautizada así porque en ella estábamos todos los que boleteamos, algo que ciertamente jamás olvidaré.
Sin embargo, sin duda alguna, los recuerdos que más me harán reír, serán los momentos que compartimos el sábado con tres de mis mejores amigas y sus pololos.
La preparación del asado fue completamente normal… bueno, lo normal que puede ser cuando se juntan cuatro amigas buenas para conversar y con cientos de historias vergonzosas, pero graciosas, para contarle a los pololos ajenos.
Como en todo asado, no faltaron las recetas indicadas para preparar la carne, las que el chef Willy siguió a cabalidad. Inolvidable será ese chorro de cerveza mojándonos al principio, y avergonzándonos al final, y mi constante pregunta “¿No se estará quemando eso?” a lo que Christian respondía “Flaca, tranquila, si la comida ya va a estar”.
Los momentos engorrosos eran celebrados por todos, menos por el o la afectado o afectada, quien se zafaba del momento con la celebre palabra “¡¡Foto!!”, que instauramos y utilizamos durante toda la noche, cuando queríamos evitar responder preguntas sobre temas como matrimonio o hijos.
Pero lejos, lejos, lejos, el momento que jamás olvidaré de la noche fue cuando mi querida amiga Ka, en medio de la comida y sin ningún motivo aparente, dijo inocentemente: “Esta canción es como para la Isa”. Las caras y el silencio de todos fue más que decidor. La canción que sonaba de fondo en ese momento, y que fue elegida por mi amiga para dedicarme, era “Señora” de Tommy Rey, una alegre canción que trata de un hombre enamorado, que lamenta la pérdida de su prostituta favorita.
Se supone que en Fiestas Patrias debiéramos recordar la instauración de la Primera Junta Nacional de Gobierno, en 1810. Yo, sin lugar a dudas, siempre recordaré estas fechas como la vez en que me dedicaron la canción de una puta…
3 comentarios:
Jelouuu!!!
bueno, nunka creí k aparecería de esta manera en tu blog, pero bueno jajajaja
Conste k en la parte k iba la canción cuando yo t la dediké el tipo justo estaba diciendo lo enamorado k estaba de "señora" y nada de lo demás k después escuchamos... sooooorrrrryyyyyyyyyyyy
Lo bueno es k ahora me recordarás por muuuuuuchooooooo tiempo jijijiji
Esta bien asumo mi pastelazo dieciochero...
Un beso grande,pásalo bien y recuerda la super juntacion k tuvimos... las fotos t las mandaré cuando esté en mi casa...
TQm.. byebye
simpática tu experiencia, es para contarle a los nietos no????
Yo por mi parte recordaré éste 18 como el más sólo que he tenido, excepto por el asado en sta. cruz y el viaje a san fdo. de hoy, sin nadie en casa, con mi familia lejos y sin muchos amigos a quien visitar (mejor dicho nadie) en la capital.
Si, además, a eso, le agregamos el que he trabajado casi todos éstos días...puede parecer macabro no???, sin embargo, es bueno a veces ver lo sólo que éstas para intentar el otro año no repetir la misma experiencia.
Saludos amiga, besos.Saludos a Cristian y cuidense.
Realmente un pastelazo de mi media naranja, aunque estoy seguro que no será el último que se manda, jiji.
Al menos quedará un bonito recuerdo como anécdota, pero espero que al canción se te olvide, jajaja.
Ya, saludos, espero que no haya sido tan malo tener que trabajar durante las fiestas patrias, que una que otra anécdota haya sucedido en tu pega y espero encontrarnos en otro asadito por ahí.
Saludos
Franco
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